Luego de cinco años, el gobierno mexicano asignará frecuencias para servicios móviles. El contexto de este proceso está marcado por un incremento en la penetración de banda ancha móvil y la reconfiguración del “tablero” de las telecomunicaciones en el país. En el 2010 México tenía asignados 150 MHz de espectro radioeléctrico para telefonía celular. Luego de las licitaciones 20 y 21, pasaron a 240 MHz, lo que aumentó la capacidad de Telcel, Telefónica Movistar, Iusacell y Nextel.