Con una crucial reunión del Partido Comunista a pocas semanas, Pekín está reforzando aún más sus ya formidables controles en Internet. La inhabilitación en China continental de la aplicación propiedad de Facebook es un revés para el gigante de las redes sociales, cuyo presidente ejecutivo, Mark Zuckerberg, ha estado presionando para volver a entrar en el mercado chino, y ha estado estudiando el idioma chino intensivamente.