En nueve meses, el robot KR16, de fabricación alemana y probado en Sevilla, transcribió el libro sagrado a pluma. El robot KR16, de fabricación alemana y probado en Sevilla, concluyó hoy tras nueve meses de trabajo ante la catedral de Tréveris, en el oeste de Alemania, la ardua tarea de transcribir la Biblia a pluma.