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Análisis de la Industria

Fecha de publicacíon: 
Lun, 2009-09-21

HORIZONTE INDUSTRIAL

Impuestos a las telecomunicaciones

Dentro del Paquete Fiscal 2010 está
la propuesta delGobierno Federal de incluir
un impuesto de 4% a todos los servicios
del sector telecomunicaciones:
telefonía fija ymóvil, internet, radiofrecuencia,
televisión de paga, etc., salvo
telefonía rural.
Quienes abogan a favor de la propuesta
señalan que en el país haymás de 80millones
de teléfonos celulares, por ende la
aplicación de este impuesto le pega a un
mayor númerode contribuyentes, quienes
hoy no pagan impuestos como es el caso
de ambulantes, puestos semifijos, etc.
Sin embargo, del otro lado de la discusión
están quienes señalan que el dinamismo
de la industria de las telecomunicaciones
se verá fuertemente afectado
por el mayor costo de los servicios, y en
el caso específico de internet algunos
optarán por cancelar el servicio, y serán
las clases sociales más bajas del país.
Se trata de un sector que crece de
forma importante y constante como resultado
de la creciente adopción del uso
de tecnologías de la información, así
como de la inversión para la expansión
de las redes nacionales de infraestructura,
fenómeno que se ha dado tanto en
México como en el resto del mundo. La
participación del sector en la economía
ha aumentado en el PIB, demenosdel1%
en 1990 a un nivel aproximado al 5% en
el año en curso, por lo que la recaudación
esperada sería de 0.20% del PIB
nacional.
Adicionalmente, las telecomunicaciones
tienen significativas repercusiones
directas e indirectas sobre la economía,
principalmente relacionadas con un incremento
en la productividad al facilitar
la comunicación entre particulares yempresas,
convirtiéndose en una importante
fuente de innovación, creando nuevos
servicios, productos y mercados
De acuerdo con un estudio de The
CIU, cuyo director general es el Dr. Ernesto
Piedras, de aprobarse el Impuesto
Especial sobre Producción y Servicios
(IEPS) de 4.0% y el llamado gravamen
contra la pobreza de 2.0% en telefonía
fija y celular, internet y televisión de paga,
un usuario promedio pagaría 138 pesos
más almes por una canasta con estos servicios,
lo cual equivale a casi tres días de
salariomínimo.
Actualmente, el desembolso es de 758
pesos, considerando un servicio básico
de telefonía fija más internet con un costo
de 389 pesos; 170 pesos que, en promedio,
gasta un usuario de telefonía celular
tanto de prepago como de pospago
(ARPU-IngresosMedios por Usuario, por
su sigla en inglés), esto, sumado a 199
pesos por el servicio de televisión de paga.
Sin IVA, el costo actual de dicha canasta
es de 659pesos, al cual, deaprobarse
la propuesta del Ejecutivo, tendrían que
sumarse 13.18 pesos de 2.0% del impuesto
para el combate a la pobreza, 26.36
pesos del IEPS y 98.85 pesos del IVA.
Así, el usuario tendría un aumento real
de 138 pesos.
Dicho incremento significaría, como
ya se dijo, casi tres días de salario mínimo,
toda vez que en el área geográfica
"A" un trabajador recibe en efectivo por
jornada ordinaria diaria 54.80 pesos, en
la zona "B" 53.26 pesos y en la "C" 51.95
pesos.
Para Ernesto Piedras los servicios de
telecomunicaciones no deben considerarse
como de lujo: "son básicos en el momento
en el que una persona desempleada
no puede prescindir de un celular porque
ahí podrían localizarlo, aun cuando no
tenga dinero para cargarle tiempo aire".
En opinión deThe CIU, de aprobarse
los nuevos impuestos la gente no cortará
sus líneas telefónicas o cancelará contratos
de televisión de paga e internet,
pero sí tendrá que ajustar su consumo
para gastar lomenos posible.
"Un usuario tiene opciones para decidir
si paga una oferta dirigida a un sector
de bajopoder adquisitivo que se ajuste
a su medida, pero cuando está por integrar
los servicios de telecomunicaciones
a su vida, les llega un aumento no previsto
en el precio y eso los lastima y frena
la penetración de servicios entre la
población".

Los que más "pierden"

La economía ha acuñado el término
"elasticidad precio-demanda" para definir
qué tantodisminuye la demanda de un
producto ante un incremento en su precio.
Por ejemplo, si el precio de la tortilla
subiera 10%, su demanda se afectaría en un porcentajemuchomenor, porque es un
bien básico en la canasta de consumo del
mexicano promedio; algo similar sucede
con gasolina y cigarros. Una situación
contraria pasa con las joyas, por
ejemplo: un aumento de 10% puede llegar
a reducir su demanda hasta en 20 por
ciento.
En el caso de las telecomunicaciones,
The CIUseñala que las elasticidades varían
ampliamente entre distintos servicios.
La demanda por servicios de voz
local es casi perfectamente inelástica. En
otras palabras, es poco sensible a cambios
en el precio, pues se consume básicamente
lomismo sin importar el precio.
La demanda por llamadas de larga distancia
o serviciosmóviles responden más a
cambios en el precio y poseen una elasticidad
mayor, lo cual explica el éxito de
las llamadas "tarjetas telefónicas de larga
distancia", donde el usuario compra
por anticipado minutos de larga distancia,
pero se ve beneficiado con un precio
mucho menor al que normalmente
pagaría en un servicio tradicional.
Además, los niveles socioeconómicos
más altos poseen demandas más inelásticas
relativas a los niveles más bajos,
porque la cuenta por este tipo de servicios
representa, en porcentaje, mucho
menos en una familia rica que en una
pobre. Así, una familia rica puede que
termine disminuyendo su gasto de larga
distancia los primeros meses, pero una
familia pobre puede llegar al extremo de
cancelar su servicio de internet y de larga
distancia incluso.
De acuerdo con lo anterior, las tasas
de impuestos para tratar de obtener elmayor
beneficio posible en términos recaudatorios
debieran ser mayores en el segmento
fijo local que en serviciosmóviles
o de larga distancia, y mayores para niveles
de ingresomás altos que resentirían
menos el nuevo impuesto. Pero no es
posible hacer "impuestos a la medida", y
dado que en internet hay "tarifas planas",
esto es el mismo cobro para quien lo usa 15minutos al día que para quien lo usa 6
horas, entonces no hay forma de dividir
a los usuarios.
Por si fuera poco, está el tema de la
penetración de internet a la mayor cantidad
de mexicanos posible, uno de los objetivos
tanto del gobierno de Felipe Calderón,
como de la ONU y la UNESCO,
para tratar de reducir la llamada "brecha
digital" entre quienes tienen acceso o no
a internet a nivelmundial. Resulta que en
México, de acuerdo con The CIU, los
niveles socioeconómicos altosA yB alcanzan
las penetracionesmás elevadas de
servicios de telecomunicaciones; sin embargo,
sólo corresponden al 7.2% de la
población mexicana.
También es importantemencionar que
el impuesto grava a quien más utiliza los
servicios de telecomunicaciones, lo cual
no es equivalente a que paguen más quienes
disponen de mayor ingreso porque
hay personas que trabajan en la calle y
dependen de su celular para obtener más
trabajos, como plomeros, electricistas,
taxistas etc., ymás importante aún es que
el impuesto limitaría el acceso a las personas
de ingresos más bajos.
Por lo tanto, en opinión de The CIU
—y considerando que en los estratos bajos
de la población, donde se concentra
la mayor parte de la misma en términos
de volumen, el incrementar los impuestos
tendrá un bajo impacto recaudatorio
y restringirá la adopción de estos servicios
a los segmentos más desfavorecidos,
lo cual debiera ser preocupante—,
se reduce el crecimiento potencial de
un sector que ha sido muy dinámico en
los últimos años, además de haber una
afectación social, pues los más desfavorecidos,
o tardarán más en adoptar las
nuevas tecnologías del conocimiento o
de plano no lo harán.
Actualmente, según los especialistas,
en nuestro país existe una política recaudatoria
por tipo de servicio ofrecido aun
cuando se transmite por la misma red,
lo cual representa un obstáculo legal para la convergencia tecnológica, donde un
mismo proveedor ofrece todos los servicios
en una sola factura. Otra característica
no deseable en nuestro sistema
actual es la presencia de regulación distinta
para cada tecnología, siendo que en
las prácticas internacionales, en el caso
concreto de la Unión Europea, se promueve
la neutralidad de la tecnología, la
cual busca asegurar la imparcialidad regulatoria
para productos relativamente
homogéneos en un mismomercado que
utilizan diferentes tecnologías para su
funcionamiento.
Una visión errónea es pensar que las
telecomunicaciones son un bien de lujo
o sólo son utilizadas por personas con
altos ingresos, cuando en la realidad observamos
cada vez más a menudo personas
de niveles socioeconómicos C y D
portando un teléfono celular o accediendo
a internet en su trabajo o cibercafés,
elevando al mismo tiempo su capacidad
productiva. En lo que respecta a los servicios
ofrecidos en línea, suena irónico
tasar el internet como si fuera un bien de
lujo para después pedir que se realicen las
declaraciones fiscales vía electrónica. Es
como cobrar una cuota al entrar al banco
para pagar impuestos. Aún resulta más
difícil de creer que se realicen proyectos
como el Plan Nacional deDesarrollo
para que un mayor número de mexicanos
tengan acceso a la red y, por otro
lado, se le imponga un impuesto con el
efecto contrario. Es importante recordar
que las empresas de telecomunicaciones
ya pagan grandes cantidades de impuestos
y emplean a una enorme cantidad de
personas con sueldos bien remunerados.

Perspectivas:

En el 2003 se aprobó un impuesto similar,
pero las grandes empresas del ramo
se ampararon y ganaron en esa ocasión.
Habrá que ver en qué termina en la actualidad
este intento y cómo afecta a
quienes menos tienen y, en consecuencia,
a uno de los sectores empresariales más
dinámicos del país.