Ensayan proyecto marciano

El volcán Citlaltépetl o Pico de Orizaba tiene el bosque más alto del mundo, frío y cercano al ecuador terrestre, ubicado a 4 mil 200 metros de altura.

Por eso es un buen modelo para estudiar cómo se podrían llevar árboles a Marte en un proceso de "terraformación" que busca colonizar al planeta rojo, afirma el astrobiólogo Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y colaborador de la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA).

A la cabeza de un grupo multidisciplinario en el que participan el astrobiólogo Christopher McKay, del Centro AMES de la NASA, el matemático Luis Kuri, de la Universidad Veracruzana, y el biólogo Fred Rainey, de la Universidad Estatal de Louisiana, Navarro y su grupo cumplirán en 2008 diez años de monitoreo en la atmósfera y los suelos del bosque del Pico de Orizaba.

Todo para conocer las particularidades de ese hábitat, la resistencia de sus suelos y las características de sus árboles resistentes a bajas temperaturas, los cuales podrían estar entre los primeros viajeros vivientes al planeta rojo.

"En Marte buscamos alguna forma de vida, pero si ésta no existe, se puede alterar su clima actual para provocar la generación de un ecosistema boscoso que la favorezca. Y para lograrlo requerimos estudiar modelos cercanos a las condiciones climáticas que se lograrían allá", explica Navarro sobre el proyecto.

Con 30 sensores meteorológicos colocados a lo largo de las caras norte y sur del Pico de Orizaba desde los 5 mil metros de altura y descendiendo por el bosque hasta 2 mil 500 metros, los científicos han obtenido datos inéditos del singular bosque volcánico, cuya línea se divide entre las laderas y el glaciar de la punta.

El también llamado Citlaltépetl es la cumbre más alta de México y alcanza los 5 mil 610 metros de altitud.

"Sabemos que la línea del bosque en el volcán está determinada por una temperatura promedio anual de 5 grados centígrados.

"A alturas mayores las oscilaciones climáticas son muy abruptas comparadas con el interior del bosque, pues éste es un modulador parcial de la temperatura, la cual dentro del bosque no se varía hacia los extremos. Esos datos serán importantes para poderlos extrapolar a Marte", afirma el investigador.

Actualmente, Marte es un planeta frío, árido, donde no hay agua líquida y las evidencias de su presencia se mantienen totalmente congeladas o en forma gaseosa.

El Pico de Orizaba, en su parte más alta a 5 mil 600 metros de altura, tiene un glaciar -que está disminuyendo drásticamente de tamaño-, que podría ser semejante al ambiente marciano actual.

"El objetivo último es colonizar Marte a través de la introducción de bosques.

"Hay una serie de etapas anteriores, que incluyen llevarlo al bosque, pero esto será un modelo de la terraformación de Marte".

Además de los árboles, los científicos realizan estudios detallados del suelo del volcán, donde existen bacterias que fijan el nitrógeno.

"Estas bacterias convierten el nitrógeno atmosférico en nitrógeno reactivo como el amoniaco, y eso lo asimilan las plantas y los árboles. Nuestra hipótesis es que la fijación biológica del nitrógeno se colapsa a esas alturas en las montañas y esa reducción de la fijación inhibe el desarrollo importante de vegetación. Y por eso se mantienen a esa altura los bosques", explica el investigador, quien confía en repetir, en algunos años, el modelo boscoso en Marte.