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Facebook y Twitter crecen a ritmos siderales

Fecha de publicacíon: 
Lun, 2009-04-20

Por

Francis Pisani

(20-Abr-2009).-
Facebook se está volviendo enorme y Twitter crece a una velocidad (casi) jamás vista.

Facebook, el sitio de redes sociales, acaba de rebasar los 200 millones de usuarios y podría volverse más grande que Google en 2011 o 2012, según el sitio de análisis de negocios Silicon Valley Insider. En el mundo de las empresas de la web, es dos veces más grande que eBay, según la publicación online ReadWriteWeb.

Twitter, el sitio de microblogging, ha crecido cerca de mil por ciento en un año en Estados Unidos (700 por ciento en el resto del mundo). Su ritmo de crecimiento en este país ha sido del 33 por ciento en enero, 55 por ciento en febrero y de un fenomenal 131 por ciento en marzo. Más que duplicó en un mes. La curva de crecimiento presentada por la empresa de análisis de tendencias Comscore tiene el claro perfil del palo de hockey e indica un despegue marcado. Hasta la fecha, la evolución en el resto del mundo parece haber tenido una curva aún más pronunciada.

Vale precisar que el tamaño de ambos no se compara. Si Facebook fuera un país sería el quinto del mundo por su población. La de Twitter, sin embargo, equivaldría a una megaciudad, no muy lejos de Tokio.

Pero ni Facebook ni Twitter son países y no parecen haber encontrado todavía un modelo de negocio seguro. Facebook dispone de importantísimos datos sobre las relaciones entre la gente y puede esperar montar un eficiente sistema de recomendación con base en ellos. Cortejado por Google y Microsoft, Twitter está buscando acuerdos con los grandes y parece a punto de introducir formas de publicidad. En términos de dinero, sin embargo, y por el momento, son más promesas de fortunas que realidades. Promesas considerables si se miran las cifras de crecimiento.

En un momento en el cual se discute mucho, el libro de Jeff Jarvis, "¿Qué haría Google?", parece casi más importante para entender los fenómenos Facebook y Twitter. Los fenómenos de moda no lo explican todo.

Sus fundadores son jóvenes. Marc Zuckerberg, por ejemplo, está apenas a punto de cumplir 25 años (el 14 de mayo según Wikipedia). Nació mucho después de la internet. Tenía apenas 5 años cuando la web fue inventada. No piensa de la misma manera que los fundadores de Google, respetados señores de 36 años ambos.

Facebook y Twitter, entonces, ¿serían cosas de jóvenes, de adolescentes? Nada tan sencillo. Hoy en día el número de usuarios de Facebook mayores (en particulares mujeres de más de 50 años) crece más rápido que los demás (aunque los jóvenes siguen siendo más numerosos). En Twitter, los más activos tienen entre 35 y 49 años. Ayer oí al famoso bloguero y empresario Om Malik decir que los adolescentes no necesitan a Twitter, ya que funcionan principalmente con Facebook y los SMS de sus teléfonos celulares.

Y, sin embargo, Twitter sigue creciendo.

Dentro de las explicaciones vale prestar atención al papel de los medios tradicionales. Últimamente no hay día en que no se hable del uno, del otro o de ambos. La última en hacerlo ha sido la famosa Oprah Winfrey (de 55 años) quién utilizó Twitter delante de millones de espectadores quienes la ven y se unen al fenómeno. Ya tiene más de 100 mil seguidores.

Con base en cifras serias, Lipsman de Comscore muestra que hay una fuerte correlación entre los usuarios que se interesan en las noticias y quienes utilizan a Twitter. Estos últimos son "dos o tres veces más propensos que los usuarios promedios a visitar los mayores sitios de información".

Se agrega al hecho que Twitter ha introducido una dimensión nueva en el periodismo: la posibilidad de cubrir acontecimientos en tiempo real aun cuando no se cuenta con la presencia in situ de periodistas profesionales.

Para festejar su usuario número 200 millones, Mark Zuckerberg de Facebook, confirmó el tamaño de sus ambiciones: "ayudar a la gente para que entienda mejor el mundo", lo cual debería darles un mayor poder para cambiarlo. No excluye de ninguna manera la voluntad de ganar cantidades estrafalarias de dinero. Confunde. Pero, sobre todo, indica que el mundo está cambiando.

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