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Descifrando a Twitter: la diferencia entre un seguidor y un simple amigo

Fecha de publicacíon: 
Jue, 2009-03-12

Por

Julia Angwin

(12-Mar-2009).-
Cuando me inscribí en Twitter (que en inglés significa parloteo de pájaro), me sentí como si estuviera en medio de un bar ruidoso donde todo el mundo gritaba y nadie escuchaba.

Con el tiempo, empecé a descifrar sus numerosos misterios: cómo encontrar un grupo de seguidores, cómo hablarles en un medio que se dirige a mucha gente a la vez y cómo ser ocurrente en dosis mínimas.

Twitter es un servicio masivo de mensajería de texto que permite enviar pequeñas actualizaciones de un máximo de 140 caracteres -o tweets- a un montón de personas de una sola vez. Estas personas son sus "seguidores". El servicio fue diseñado para leerse en un celular aunque mucha gente también lo revisa en línea. Actualmente, cuenta con una audiencia en todo el mundo de seis millones de visitas únicas al mes, frente a los 1,2 millones que recibía un año atrás, según ComScore Media Metrix.

Tengo que reconocer que cuando me inscribí en noviembre, por presión de mis amigos, no entendí el atractivo de Twitter. Una razón que explica su popularidad es que no es una herramienta para conversar con los amigos, sino para promocionarse.

Mi nombre estaba disponible, así que configuré un perfil en twitter.com/ JuliaAngwin. En Twitter, sin embargo, no existes a menos que tengas seguidores que se suscriban a tus mensajes. Así que salí en busca de gente con la esperanza de que me quisieran seguir.

Tuve que aprender la gran diferencia entre un "seguidor" y un "amigo". En Facebook, si alguien es mi amigo, yo soy su amiga, y lo podemos leer todo el uno sobre el otro. Pero las relaciones en Twitter no son recíprocas: la gente a la que usted sigue no tiene por qué seguirlo a usted. Uno se limita a inscribirse y empezar a seguir a alguien. Es una especie de acoso. Heather Gold, una humorista estadounidense y devota de Twitter señala que, en cualquier caso, el término seguidor "es más honesto que el de amigo".

Al principio, me sentí la persona más solitaria en este universo de comunidades virtuales. Una líder sin seguidores. Intenté buscar a algunos de mis amigos de carne y hueso con la función "Find People" (Encuentre a gente), pero la herramienta no funcionaba ese día. (Twitter está creciendo a tal velocidad que las breves caídas del sistema no son inusuales).

Finalmente, acabé por reunir a un grupo de gente a la que podía seguir: colegas del sector de los medios, amigos, bloggers y otros astros conocidos por ser grandes "tweeteadores", como por ejemplo, el presidente ejecutivo de la tienda en línea de zapatos Zappos.com, Tony Hsieh, que ha escrito repetidamente sobre cómo Twitter le ha cambiado la vida.

Descubrí que la mejor manera de conseguir seguidores era "tweeteando". Cada vez que publicaba un mensaje, ganaba a unos cuantos seguidores. ¿Pero de dónde salían? La respuesta más probable ilustra la mayor fortaleza de Twitter: es fácilmente rastreable.

Durante los atentados terroristas en Mumbai en noviembre, la gente acudió frenéticamente a Twitter en busca de mensajes de testigos que presenciaron el suceso. Cuando el vuelo 1549 de US Airways aterrizó en el río Hudson, en Nueva York, una de las primeras fotos fue subida como un enlace a Twitter.

Noticias parecidas aparecieron también en otras comunidades virtuales, pero no eran tan fáciles de hallar. En Facebook, la información de la mayoría de sus miembros sólo es visible para los amigos. Las páginas de perfil de MySpace son rastreables, pero no lo son sus blogs ni las actualizaciones.

La opinión triunfa

Invertí un tiempo considerable probando distintos tweets antes de atreverme a publicar uno. Me resultó difícil combinar un elemento noticioso y una opinión. Pero sin un punto de vista, mis mensajes eran aburridos. Así, por ejemplo, cambié "comiendo fresas durante una tormenta de nieve" por "comiendo fresas durante una tormenta de nieve. No muy respetuoso con el medio ambiente, pero muy agradable".

También me di cuenta que una buena manera de conseguir seguidores era ser "retweeteada", es decir, cuando alguien elige un tweet mío y decide reenviarlo a sus seguidores precedido por el código "RT @juliaangwin". Cuando subí un tweet diciendo que había sido entrevistada por la revista Wired, dos colegas "retweetearon" mi mensaje. A su vez, siete de mis seguidores hicieron lo mismo. Como resultado, conseguí 22 nuevos seguidores.

La forma más fácil de responder a un tweet es dándole al botón "@reply" que publica su respuesta a todos sus seguidores, básicamente el equivalente a la función de "responder a todos" del correo electrónico. Me encontré con que a menudo no respondía porque no quería abrumar a mis seguidores con mensajes como "gracias por tu feedback". Así que guardaba silencio, lo que me hizo sentir aún más antisocial.

Twitter no fue ideado para estas clases de interacción social o conversaciones. Tal como me explicó el cofundador de Twitter Biz Stone, "Twitter es fundamentalmente un sistema de emisión".

Para mí, el mayor encanto de Twitter es que no exige ninguna clase de compromiso. Nadie espera que uno lea todos los tweets entrantes. Como resultado, Twitter es una excelente opción para la gente a la que le gusta mirar, sin tener que irse a casa acompañada de nadie que acaba de conocer.

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