Una investigación de la Universidad de Indiana revela que este tipo de juegos pueden alterar las emociones y propiciar un comportamiento agresivo entre los jugadores. Los videojuegos violentos pueden modificar físicamente el cerebro de las personas en regiones importantes para controlar las emociones y el comportamiento agresivo. Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Indiana, los videojuegos violentos tienen un efecto en las funciones cerebrales de largo plazo.